sábado, 18 de junio de 2011

Perdido en los barrancos.

Siempre me ha gustado perderme en los barrancos de los ríos de media y alta montaña, quizás será porque mi padre cuando me llevo a pescar por primera vez  allá por el año 1982 cuando era un niño de apenas 8 años me inició en el mundo de la pesca en este tipo de entornos, pues eran sus lugares también favoritos y que mejor que transmitir a tu hijo tus conocimientos  en los lugares donde llevas muchos años practicando tu afición.



Este tipo se ríos requieren estar en buena  forma física pues los cauces normalmente están muy rotos y hay que caminar a través de pozas, saltos de agua, trepar rocas para cambiar de postura , pero a cambio nos suelen ofrecer unos paisajes de ensueño y unas truchas salvajes de las que lamentablemente cada vez son más difíciles de encontrar.  


El acceso a estos arroyos de montaña también suele ser tortuoso y suele  requerir un esfuerzo físico considerable, tanto para acceder como para salir del río al final de la jornada cuando nuestras fuerzas ya están mermadas después de tanto caminar torciendo las botas por este tipo de cauces. Siempre suelo llevar comida y bebida para toda la jornada.


 Suelo pescar este tipo de ríos con cañas pequeñas de entre siete y siete pies y medio y lineas preferentemente de seda de los numeros 2 o tres a todo más. Tengo que reconocer que soy un amante de las lineas de seda y tengo varias de diferentes numeraciones las cuales uso para pescar en diferentes ríos. Si ya se que algunos opinais que las sedas tienen muchos mantenimiento y cuidados pero yo personalmente disfruto cuidandolas y tratandolas con mimo, pues luego disfruto usandolas.



Las moscas que utilizo para estos ríos no varia mucho de unos a otros y dependen un poco de lo que eclosiona en cada epoca del año y del conocimiento personal de cada río. Suelo utilizar mas o menos las mismas imitaciones sin variar a penas en todos los ríos que pesco obteniendo buenos resultados.
 


 Al ser cauces rápidos y con numerosas corrientes y pozas lo más importante es que tengamos siempre la mosca bien visible para poder detectar las posibles picadas. Suelo utilizar en ocasiones un tamdem   seca-ninfa que si se dan las condiciones favorables suele ser muy efectivo. En otras ocasiones y en ausencia de eclosiones o picadas pescando al agua, la pesca con ninfa es obligada si queremos obtener alguna captura.  En este caso suelo colocar dos ninfas en mi aparejo, una mas lastrada en la punta y otra con menos peso en un codal . En mi caja llevo ninfas de diferentes pesos para adaptarlas a las diferentes corrientes o  pozas y que así puedan derivar de la forma mas natural posible. Los bajos de linea que suelo usar tienen entre 3mt y 4,5 mt aproximadamente dependiendo de si el río tiene alguna poza mas o menos larga donde se requiera una presentación mas delicada.


Como sabeis en este tipo de ríos no podemos ir buscando truchas trofeo, pero a mi personalmente con disfrutar del entorno y la calidad de las capturas en cuanto a pureza genética y belleza de las mismas  me doy por satisfecho . Algunas veces si el río tiene pozas profundas podemos encontrarnos con alguna sorpresa, no es habitual en estos entornos el coger truchones pero si vamos varias veces a los mismos ríos alguna que otra sale.











No hay comentarios:

Publicar un comentario